La cría de avestruces está representada por el ave más pesada, grande y veloz del mundo, aunque solo en tierra ya que no posee la capacidad de volar. Puede pesar unos 150 kilogramos, medir más de 2 metros de altura y correr a velocidades superiores a los 70 Km/h durante 30 minutos.
La producción comercial de avestruces es una actividad prometedora de popularidad reciente. Su objetivo principal es aprovechar la excelente carne del ave, aunque también se pueden aprovechar las plumas, la piel, y los huevos infértiles.
La fase de reproducción del avestruz es estacional, y dura unos 7 meses dependiendo de la región. En ella, los machos producen grandes cantidades de testosterona y las hembras se tornan más territoriales.
El apareamiento consiste en una danza ritual donde el macho, sentado sobre sus patas muestra las alas, la cabeza y el cuello, mientras que la hembra (si esta es receptiva) gira alrededor de él, agitando las alas y bajando la cabeza.
La carne del avestruz es altamente proteica y magra, de color rojo y muy similar en apariencia a la del vacuno. El rendimiento en canal del ave en sistemas cría, varía entre el 35 y el 42%
Este animal posee un extraordinario metabolismo que puede clasificarse como “intermedio” entre el de los rumiantes y los monogástricos. Pudiendo hacer tanto una digestión fermentativa en el intestino, como una digestión enzimática en el estómago glandular con gran eficiencia.
Los huevos del avestruz también son los más grandes y duros del mundo, pudiendo pesar entre 1 y 2 kg cada uno. La cantidad producida por ave depende de las condiciones ambientales; en estado silvestre pueden producir unos 15, mientras que en sistemas de cría logran producir cerca de 50.
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