Ganadería

Cultivo de moringa: beneficios, propiedades y manejo agronómico

La Moringa oleífera, es conocida como el árbol de la vida o árbol de las perlas; reseñada por primera vez alrededor del año 2.000 A.C como hierba medicinal, donde adquiere el nombre de «El árbol milagroso».

Aunque su origen está ubicado en la India la misma se ha difundido a nivel mundial por ser un árbol multiuso, de gran importancia económica, gracias a sus diversos usos en la alimentación humana y animal, así como en la industria farmacéutica, cosmética, agrícola y ambiental.

Es una especie perenne, pero no longeva que puede vivir alrededor de 20 años, se adapta a diversos ecosistemas y crece muy bien en las regiones tropicales y subtropicales.

Fue introducida en el continente Americano por los españoles para ser usada como cercas vivas, ornato y alimento para animales, por sus características nutritivas, su potencial forrajero y su alta digestibilidad.

Las características agronómicas de la planta de moringa indican una elevada prolificidad y rápido crecimiento; con rendimientos de biomasa forrajera superiores a 100 toneladas y una producción promedio de semilla de 4.500 kg por hectárea en sistemas de producción intensivos.

El 40 % del peso de la semilla de moringa, representa aceite de alta calidad, rico en ácidos grasos insaturados; el mismo es utilizado en la industria para elaborar compuestos nutricionales, perfumes, lubricantes, y biodiesel; además, de la semilla se extrae la cascarilla la cual es la materia prima para la producción de carbón activado.

Pastos y forrajes: tipos, producción, manejo y cultivo

Los pastos y forrajes son el componente multifactorial más importante y determinante en el manejo alimenticio del ganado. Representan la fuente de alimento más económica y de mayor volumen; así como también, la más fácil de optimizar o mejorar y la más práctica de utilizar.

Se define como “pasto” a las plantas autóctonas o cultivadas que el ganado (de cualquier tipo) consume de forma directa mientras circula por potreros o campos. Mientras que el “forraje” es toda especie vegetal que es cosechada antes de ser utilizada como alimento.

El conocimiento de las características propias de cada especie de pasto en los potreros, es clave en su manejo eficiente y sostenible; ya que siempre influirá (para bien o para mal) en el rendimiento, velocidad de obtención y calidad del producto final.

Tanto las especies leguminosas como las gramíneas presentan ventajas y desventajas. En general, las primeras, tienden a ser más apetecibles al animal y tienen mayor contenido proteico, mientras que las segundas generan biomasa y fibra más rápidamente.

Además, la mayoría de leguminosas (en asociación simbiótica con bacterias del género “Rhizobium”) generan nódulos en sus raíces, capaces de tomar, fijar y aprovechar el nitrógeno atmosférico; lo que mejora significativamente la condición de fertilidad del suelo.

El “rendimiento” es uno de los 3 datos técnicos cuantificables más importantes en el manejo de cualquier pasto o forraje; se mide en toneladas de materia seca, por superficie, al año. Los otros 2 datos más relevantes son la cantidad de proteína cruda y la digestibilidad del vegetal.

Granja integral: qué es, tipos, características y manejo

Se denomina “granja integral” a aquellos modelos de producción diversificada que maximizan la eficiencia en el uso de recursos, a través de la integración de diferentes sistemas productivos.

La diversificación de productos y subproductos, así como el reciclaje y el uso intensivo de insumos producidos en la granja, proporciona una mayor flexibilidad económica y operativa al sistema; ya que los ingresos no dependen de un solo producto y la necesidad de insumos externos tiene menores posibilidades de limitar la productividad.

Algunas ventajas evidentes de la granja integral son el uso de recursos locales, el mayor aprovechamiento de la biomasa y los desechos orgánicos, la reducción de costos de producción y una mayor competitividad, al poder ofrecer mayor cantidad de productos a un menor precio.

La producción conjunta de abonos verdes, huevos, carne, lácteos, hortalizas, cereales y frutas es el denominador en las granjas integrales. Sistemas que con frecuencia también son además energéticamente autónomos incorporando la producción de gas natural y electricidad en la actualidad.

La integración e interacción de los procesos que se desarrollan en las diversas actividades de la granja integral, es fundamental.

Las tecnologías más frecuentes en una granja integral son: La rotación de cultivos, el policultivo (cultivos mixtos o intercalados), el pastoreo rotativo, el uso de abonos verdes, compostaje y biodigestores, además del aprovechamiento de la energía eólica y solar.

Búfalos: razas, tipos, enfermedades y desventajas

El búfalo es un prodigioso animal procedente del sudeste asiático, que a pesar de ser terrestre puede pasar mucho tiempo en el agua, dada su baja capacidad para disipar el calor.

La cría de búfalos ha aumentado en América más de un 5% en los últimos 4 años, estimulada por los bajos costos productivos, la facilidad de cría y el triple propósito del animal.

Este animal se adapta muy bien a zonas inundables, logrando aprovechar con facilidad pastos de baja calidad.

Los búfalos son muy resistentes a enfermedades y presentan una mortalidad muy baja. Además, tienen una vida productiva considerablemente mayor a la del ganado vacuno, proporcionando crías, leche y capacidad de trabajo aun después de los 20 años de edad.

Su carne tiene una apariencia similar a la del vacuno, aunque rinde un poco menos en canal debido al mayor peso de una piel más gruesa y la cabeza.

La leche de búfala es más blanca que la del vacuno, contienen menos lactosa y más grasas, proteínas y minerales, lo que provoca que rinda más en la elaboración de productos derivados como queso, dulces y yogures.

Cerca del 7% de toda la leche consumida en el mundo es de búfalas. En países como la China, la India y Pakistán se produce significativamente más leche de búfalas que de vacas.

Ganado doble propósito: razas, características y manejo

La ganadería de doble propósito, implica el uso de razas vacunas genéticamente competentes para producir tanto leche como carne en un mismo animal y en cantidad y calidad aceptable.
La raza «normanda» fue la primera concebida exitosamente como Ganado de doble propósito, es producto de los cruces entre el antiguo ganado autóctono de Normandía y el ganado traído por los vikingos a Francia en el siglo 9.
Otras razas de doble propósito de importancia en el mundo son la “Fleckvieh” o la “simmental”.
En América latina con frecuencia se usan animales mestizos producto del cruce entre razas lecheras especializadas y el ganado cebú o criollo.
Más del 50% de toda la leche en la américa tropical es producida usando sistemas de Doble Propósito.
Estos sistemas implican un menor riesgo económico y una mayor resiliencia ante condiciones económicas adversas, gracias a la doble producción capaz de generar un ingreso diario por la leche y un ingreso estacionario más representativo por la venta de los animales para carne.
Sus características de infraestructura utilizada, capital invertido, nivel tecnológico y formas de manejo, brindan un enorme potencial de adaptación del sistema a condiciones agroecológicas muy diversas, que van desde zonas templadas hasta laderas y zonas planas de llanura y sabana.

Ganadería de Precisión. Tecnología para optimizar la producción de alimentos de origen animal

La ganadería de precisión es un sistema de producción que incorpora tecnología para recolectar y analizar información, que puede obtenerse en tiempo real, destinada a optimizar la producción de alimentos de origen animal. La adopción de tecnologías amigables en el sector pecuario requiere interacción cercana entre expertos y productores. Su uso permite aumentar la producción Ganadería de Precisión. Tecnología para optimizar la producción de alimentos de origen animal

Conejo: qué es, partes, características e importancia

El conejo, científicamente denominado Oryctolagus cuniculus es un pequeño mamífero caracterizado por su gran desplazamiento a través de saltos, su rápida reproducción y su facilidad de cría. Lo que representa en la actualidad una excelente alternativa sustentable para la producción de carne y piel de buena calidad a pequeña, mediana y gran escala.
Una hembra puede llegar producir hasta 80 kilos de conejo vivo cada año con relativa facilidad. Esto equivale casi al 3000 % de su propio peso en producción de carne.
Las ventajas agronómicas de la cría del conejo incluyen una baja inversión inicial y bajos costos operativos. Además de, su capacidad de nutrirse de alimentos poco costosos y fáciles de conseguir como forraje, granos, semillas e incluso de sobras de otros sistemas de cría.
Su carne es blanca, magra, teniendo una gran terneza y jugosidad, con un contenido de proteínas que va del 19 al 25 %. La carne de conejo, es un ingrediente esencial y frecuente de gran variedad de platos gourmet en todo el mundo.
Por estas y otras razones la cría de conejo se considera estratégica en muchas regiones donde la mitigación del hambre y la elevación de los ingresos rurales es prioridad.