El bienestar animal es un aspecto ya intrínseco para la producción animal en los países altamente industrializados. Ciertamente, esto ocurre bien por las legislaciones existentes, la diligencia de las organizaciones pro-defensa de los consumidores, o debido a las organizaciones para la defensa de los derechos animales.
Sin lugar a dudas, la evaluación científica del bienestar animal en los diversos sistemas de producción con animales de granja se ha desarrollado rápidamente en los últimos 30 años; de hecho, hoy día es parte de los Pensa de todas las escuelas de veterinaria en EEUU, Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, así como en algo más de 70 universidades brasileras y en unos 50 países más, del resto del mundo.
Es por ello que en países de las llamadas economías emergentes el Bienestar animal puede considerarse un desafío; en particular, debido a la necesidad imperiosa de masificar su implementación.
En el presente artículo se mostrarán algunos aspectos que darán una idea de la importancia fáctica e ineludible que representan estas consideraciones en la producción animal con bovinos.
Revolución industrial y revolución animal
Índice del artículo
- 1 Revolución industrial y revolución animal
- 2 ¿Cómo surge el bienestar animal?
- 3 ¿Qué es el bienestar animal?
- 4 ¿Por qué el bienestar animal es un desafío?
- 5 Eslabones productivos claves para el bienestar animal
- 6 Bienestar animal y eficiencia biológica
- 7 Experiencias que sustentan el bienestar en bovinos
- 8 El manejo gentil ¿Beneficioso?
- 9 Referencias consultadas
- 10 Imágenes de bienestar animal en la producción bovina
La revolución industrial del siglo pasado afectó a mucho más que las fábricas; por ejemplo, la producción vegetal y animal, es decir, la agricultura y la ganadería fueron adoptando e implementando, paulatinamente y en paralelo, criterios de la ingeniería de procesos.
Por ello, la actividad agrícola animal evidenció un salto cuántico dado el indudable impulso de una producción agrícola vegetal excedentaria; así como para la propia tecnificación e incremento de los rendimientos en productos de origen animal.
Para aquel momento, las altas demandas por la reconstrucción de los países de la postguerra, la satisfacción de las necesidades de una población mundial en aumento exponencial; igual que el paso de lo rural al crecimiento de grandes metrópolis globales constituyeron un motor.
Así, se empleó el término revolución verde para el alto desarrollo, producción y aplicación de insumos agrícolas, tecnologías de automatización en campo; asimismo, el uso de medicinas curativas y preventivas para los animales que ahora eran criados en altas densidades y primordialmente en total confinamiento en aquellos países industrializados.
¿Cómo surge el bienestar animal?
Por un par de décadas, en torno a los años 50 del siglo pasado, lo descrito anteriormente constituyó el grueso de las premisas para los sistemas de producción animal; pero, prontamente los ecosistemas dieron cuenta de la incapacidad para soportar la manipulación equivalente a la producción de un clavo o de un vehículo.
En tal sentido, y bajo el impacto de la opinión pública del libro “Animal Machines” (1964), escrito por Ruth Harrison mientras realizaba un viaje por el campo del Reino Unido; por lo tanto, en el cual la autora describió la cruenta calidad de vida de los animales en varios sistemas de producción.
Como resultado, se pronunció la organización gubernamental correspondiente (Brambell Council); con el inicio de investigaciones contundentes que dieron pie a los a los cinco principios básicos del bienestar animal.
Libertades del bienestar animal
La Organización Internacional de Epizootias (OIE; fundada en 1924), más comúnmente conocida como Organización Mundial de Sanidad Animal; entonces, tomó medidas inmediatas y en 1965 proclamó la regulación universal denominada “Cinco libertades universales del bienestar animal”.
Estas libertades están basadas en que es responsabilidad humana que los animales de producción se encuentren libres de:
- Hambre, sed y malnutrición.
- Temor y angustia.
- Incomodidades de alojamiento (físicas, térmicas, calidad del aire).
- Dolores, lesiones y enfermedades.
- Poder expresar su comportamiento natural.
Es de hacer notar, que posteriormente, en 1978, la Organización para la Educación, Ciencia y Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO por sus siglas en inglés); entonces, proclamó la Declaración universal de los derechos de los animales.
Cabe resaltar que allí se plantean, con mayor detalle, las especificaciones marco para salvaguardar los derechos de animales salvajes; tanto de granja, trabajo, zoológicos como de uso en laboratorio y mascotas.
¿Qué es el bienestar animal?
Dadas las llamadas Libertades animales surge el concepto de Bienestar animal; si bien este se define como “el estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere”.
No obstante, en la literatura científica y técnica actual co-existen variadas definiciones que adicionan, complementan, direccionan puntos de vista y criterios con fines de ampliar el contenido; dado que lo importante es no distorsionar la visión original del concepto.
Es así como, Donald Broom (1986) aporta muy sabiamente al concepto básico que el bienestar animal puede medirse; cuando esta premisa genera una nueva línea de trabajo técnico y de investigación: la auditoria en bienestar animal.
Por lo tanto, queda claro entonces que el Bienestar animal, siendo medible, cuantifica un momento específico, en una especie de fotografía instantánea; a fin de tomar decisiones oportunas para la corrección o mejoramiento de aquellas situaciones que atentan contra las citadas libertades.
En consecuencia, siendo la medición del bienestar un continuo, cada fotografía instantánea es parte del todo, de la película completa.
¿Por qué el bienestar animal es un desafío?
En parte, esto es debido a la generalizada y comúnmente baja tecnificación, alta dispersión y/o grandes superficies de las unidades de producción bovina; además de las limitaciones culturales, educativas y de asociatividad de los productores en las economías emergentes.
Aunque en países de estas economías no pareciera estar del todo claro por los diversos actores de la producción con bovinos, la responsabilidad ética; y en especial, los enormes beneficios bio-económicos generados a través de la implementación de programas que garanticen el bienestar animal.
Asimismo, el desconocimiento de los beneficios, falta de información accesible, tradicionalismos, paradigmas, falta de actualización de los profesionales locales; por ejemplo, hasta la falta de registros confiables en las unidades de producción, entre otros, son elementos que conducen erradas conclusiones y por ende equívocas decisiones.
De igual forma, la ausencia de marcos legales locales también es un signo del desconocimiento en las altas esferas que conducen una nación.
Pareciera que al brindar condiciones que garanticen el bienestar animal se incurre en más gastos y más trabajo para el productor y personal de atención a los animales; incluso, meras exigencias de extremistas de la defensa animal y/o profesionales y consumidores caprichosos.
Sin embargo, entendiendo la ineludible responsabilidad universal y puesto que tales principios cobran relevancia para la venta de productos locales y para exportación; por tanto, este asunto merece una importante atención.
Eslabones productivos claves para el bienestar animal
Garantizar el bienestar animal es un proceso progresivo, dinámico y en escalada.
Por ende, ningún proceso interno del sistema de producción escapa de las consideraciones implicadas en garantizar el bienestar animal; de hecho, todo cuanto esté relacionado al animal debe ser tomado en cuenta.
Cabe destacar que esto no significa que al iniciar el programa y aplicación de buenas prácticas en una unidad de producción todos los factores deban ser abordados y corregidos al mismo tiempo; ciertamente, existen requerimientos críticos que incluso apalancan al resto.
Por ejemplo, una observación visual de hembras bovinas a campo, dentro de la misma o en diferentes unidades de producción, permite contrastar muy fácilmente diferencias.
Sin embargo, solo la cuantificación y análisis en detalle permitirá determinar, más allá de la libertad o libertades que están siendo vulneradas; así como las causas y en consecuencias los correctivos progresivos que apalancarían el cumplimiento de las mismas.
Si se observa la imagen anterior es notable el contraste del grado de reservas corporales de dos hembras bovinas ¿Cuáles son las causas? ¿Enfermedad? ¿Limitaciones en la oferta forrajera? ¿Falta de suplementos alimenticios? ¿Oferta y calidad del agua? ¿Todas las anteriores?
Bienestar animal y eficiencia biológica
La grafica de McInerney (2004) plantea la premisa que debe tenerse en mente: el aumento de las condiciones que favorecen el bienestar animal y la eficiencia biológica de producción del sistema no es una relación lineal.
Ahora bien, en el punto A se consigue con un mínimo de condiciones que califican como crueldad para el manejo animal; de este modo, a la vez se presenta la mínima eficiencia biológica de producción (más cerca del origen).
Por otra parte, el punto B, correspondiente a la cúspide, se plantea que con un incremento discreto de las condiciones que garantizan el bienestar de los animales bovinos se alcanza el punto máximo de eficiencia en la producción.
De allí en adelante la eficiencia en la producción comienza a decrecer; a medida que se elevan las condiciones tendientes a proporcionar a tope algunas libertades en detrimento de otras.
Por consiguiente, un punto intermedio entre B y C es el ideal desde el punto de vista zootécnico; porque adicionalmente será correspondido con las importantísimas variables de tipo económico.
Experiencias que sustentan el bienestar en bovinos
Seguramente este es uno de los aspectos de mayor interés para los ganaderos, técnicos e investigadores de cualquier economía.
En concreto, en una experiencia con novillas F1 gestantes, realizada en una unidad de producción comercial en Venezuela, se comparó el manejo gentil contra un manejo tradicional; también, contra el paso diario por una manga de trabajo.
Cepillado corporal
Para ello, el manejo gentil consistió en el cepillado corporal por 10 minutos durante 45 días preparto; con respecto al manejo tradicional, consistió en el pastoreo libre durante la gestación; asimismo, en todos hubo eventual manejo en corrales para actividades de revisión, cura sanitaria o evaluación ginecológica.
Como resultado, fue notable la mayor frecuencia de valores relacionados con reactividad calma en animales que recibieron el cepillado corporal; es decir, hubo una marcada disminución de los comportamientos relacionados con reactividad del tipo de temor y angustia en las hembras vacunas.
Así mismo, el cepillado corporal causó un efecto contundente sobre la mejora en las cantidades de leche producida, independientemente si el ordeño se realizó en forma manual o mecánica.
Efectos en la primera lactancia
Por otra parte, la primera lactancia de las vacas con manejo gentil arrojó +173 kg de leche hasta los 90 días, cuando el ordeño fue manual; no obstante, en el grupo que recibió ordeño mecanizado la producción de leche fue de +178 L a favor de las cepilladas.
De modo que los valores anteriores representan, en ambos casos, casi dos litros más de leche por animal; en particular, bajo las mismas condiciones de alimentación (pastoreo y suplementación), plan sanitario y manejo general apenas a 90 días.
Es importante señalar que esta información coincide con una experiencia similar realizada en el Reino Unido con novillas gestantes de la raza Holstein; sobre todo, al parto aquellas hembras cepilladas incrementaron su producción de leche en un 20 %.
El manejo gentil ¿Beneficioso?
El manejo gentil es apenas una herramienta de buen trato y respeto; ya que el manejo animal jamás justifica el miedo del animal hacia el personal que le atiende.
Vale decir que pensar en menores accidentes laborales, mejor calidad; así como el bienestar de vida para los trabajadores es también una responsabilidad de todos quienes aportamos al sector ganadero.
Por lo tanto, hay evidencia científica suficiente en ganadería bovina de leche y de carne; igualmente en todos los procesos de interés económico, crecimiento, reproducción y lactación dentro de la unidad de producción y al iniciar la salida, por ejemplo, al frigorífico. Entonces, continuar validando, aportando y mejorando los sistemas de producción es parte de la meta.
Así, el bienestar animal en bovinos se debe extender fuera de las fronteras de la unidad de producción bovina, alcanza el transporte e incluso el faenado. De manera que cada eslabón tiene incidencia en rendimiento (cantidad neta) y calidad de los productos que llegarán al consumidor y en los cuales el productor es éticamente co-responsable.
En resumen, el conocimiento preciso y la implementación de los criterios que garantizar el Bienestar animal es un urgente desafío para apalancar nuestros sistemas de producción con bovinos; con el fin de apalancar las economías emergentes.
Compiladora:
Karin Drescher Ing. Agr. MSc. Dra en Ciencias Agrícolas. Facultad de Agronomía-Universidad Central de Venezuela
Referencias consultadas
Broom, Donald. 2011. Bienestar animal: conceptos, métodos de estudio e indicadores. Rev Colom Cienc Pecua vol.24 no.3 Medellín Jul./Sept. 2011 on-line.
Drescher, K. 2015. Efecto del manejo gentil durante el preparto sobre el temperamento de vacas F1 Holstein x Brahman en el trópico. Tesis Doctoral. Facultad de Agronomía y Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad Central de Venezuela. Pp.
Grandin, T. 1993. Behavioral agitation during handling of cattle is persistent over time. Appl. Anim. Behav. Sci. 36 (1): 1–9
Bertenshaw, C.; Rowlinson, P.; Edge, H.; Douglas, S. and R. Shiel. 2008. The effect of different degrees of “positive” human-animal interaction during rearing on the welfare and subsequent production of commercial dairy heifers. Appl. Anim. Behav. Sci. 114: 65 – 75.
