La incorporación de nuevas especies de pastos implica un proceso de selección, cuya decisión contempla muchos factores. En particular, debido a la elevada presión comercial y de eficiencia a la que están sometidas las empresas ganaderas, se busca innovar en sus procesos; y el mejoramiento de pasturas no es la excepción.
Para ello, un proyecto de renovación de pastos debe apoyarse en algún método de bajo costo que permita orientar el proceso de decisión de las especies a incorporar. Así, basándose en la información que la propia finca genera sobre el desempeño de las especies puestas a prueba en un periodo relativamente corto; además de ser un gran beneficio para la mejora continua de las pasturas.
Es importante que los productores ganaderos conozcan la importancia de experimentar con los pastos en sus fincas. Con el fin de encontrar la especie forrajera que mejor se adapte a sus necesidades y que pueda beneficiar las prácticas de manejo de la finca.
El presente artículo pretende explicar en siete pasos generales, lo que debe efectuarse para poner a prueba de manera práctica el desempeño de potenciales pastos en las diferentes condiciones de su finca.
Para este caso se ejemplifica con el trabajo que efectúan investigadores de la Universidad de Costa Rica cuando se debe diseñar planes integrales de renovación de pastos; especialmente en las fincas que requieran incorporar mayor estabilidad productiva a su sistema pastoril.
Paso 1: Clasificar los microambientes que diferencian el crecimiento de pastos en la finca
Índice del artículo
- 1 Paso 1: Clasificar los microambientes que diferencian el crecimiento de pastos en la finca
- 2 Paso 2: La elección de las especies de pastos a poner a prueba
- 3 Paso 3: Inicio de las parcelas de prueba para la siembra de los pastos
- 4 Paso 4: Medición de la producción de biomasa de los pastos
- 5 Paso 5: Primera cosecha de prueba de los pastos
- 6 Paso 6: Segunda cosecha de prueba de los pastos para la estimación de biomasa
- 7 Paso 7: Análisis de los resultados para escoger el mejor pasto para la finca
- 8 Referencias consultadas
Técnicamente, una finca puede tener características de suelo tan diferentes dentro de un área relativamente cercana que puede beneficiar diferentes tipos de cultivos de pastos (Figura 1). Al clasificar las áreas de forrajes, podemos identificar áreas que, por sus respectivas diferencias, tengan posibles efectos en el rendimiento del pasto.
Lo primero que se debe analizar es la superficie de la finca y sus características geográficas. Para esto es importante conocer la cantidad de área efectiva de pastos y cómo están distribuidas dentro de la finca, preferiblemente a través de mapas.
Así, el relieve del terreno será un punto de clasificación de áreas productivas que comparten factores externos que afectan la producción. Por ejemplo, una inclinación del terreno que permita una acumulación de nutrientes, agua o residuos varios que afecte negativamente el forraje a cultivar.
En la finca del ejemplo, se incorporaron 3 tipos de topografía, 3 tipos de presencia de especies de pastos y 3 diferentes zonas de finca por manejos previos diferenciados (dueños anteriores diferentes). Cada caso es diferente y se decide en función de si se considera necesario diferenciar factores que podrían afectar el desempeño de la prueba.
Como se mencionó, se debe identificar también la variedad y cantidad de malezas que se encuentran en los potreros como factores negativos para el nuevo cultivo de pasto. Asimismo, para identificar mayores diferencias, se pueden realizar análisis químicos de suelo para cada una de las áreas a clasificar.
Paso 2: La elección de las especies de pastos a poner a prueba
Así, con la información obtenida de las características de las áreas, del suelo; además de datos de altura y clima de la finca, se identifican los mejores pastos teóricamente viables para estas condiciones. Estos se pueden poner a prueba en pequeñas parcelas experimentales y en diferentes sitios del área de pastoreo.
Lo siguiente que se realiza es la elección de los candidatos a mejor pasto para la finca con base a sus características de mejor adaptabilidad en la zona; así como particularidades del sitio de siembra y cualidades de adaptación.
A tal fin debemos seleccionar y preparar parcelas experimentales, teniendo en cuenta que no es necesario escoger un área grande, sino un área pequeña representativa. Para el caso de ejemplo, a continuación se comparó en los diferentes estratos o tipos de áreas de la finca, tres tratamientos, el primero de pasto estrella, el segundo de pasto kikuyo y el tercero de la mezcla de kikuyo y estrella.
Es importante mencionar que el tamaño de esta parcela siempre será determinado por diferentes condiciones, como el tamaño de la maquinaria agrícola o el relieve del potrero. Por consiguiente, cada tratamiento tuvo una parcela de 2 m por 15 metros (30 m2 de área por especie y máximo 100 metros de área experimental por tipos de zona definidos en la finca).
Preparación del terreno para la siembra de los pastos a evaluar
Posteriormente a la selección del lugar de la parcela, se prepara el terreno para la siembra, limpiando el área utilizando una rastra y si es necesario un rotador. En el caso documentado no fue necesario eliminar el cultivo de pasto anterior por medios químicos o por quema; ya que se deseaba poner a prueba la competencia entre cultivos basándose en el estado anterior de la parcela.
Paso 3: Inicio de las parcelas de prueba para la siembra de los pastos
Con las áreas definidas y preparadas, se inicia el proceso de siembra que, según sea el caso, es de semilla vegetativa o sexual. Posterior a la siembra de pasto, lo más seguro es delimitar el área experimental para que ni seres humanos o animales entren y alteren el experimento.
Después de esto, se observa continuamente el área hasta que se alcancen los 4 meses posteriores a la siembra. Momento en que, idealmente, el pasto ha alcanzado su estado de madurez reproductiva.
Paso 4: Medición de la producción de biomasa de los pastos
Al tiempo de crecimiento posterior a la siembra de pastos, se realiza una estimación de producción de biomasa por medio de alguna metodología como el método del cuadro, y/o Botanal® (Villalobos-Villalobos, 2018). Luego, al determinar cuál forraje candidato tuvo mayor productividad de biomasa, también identificamos el mejor en términos de crecimiento post siembra.
Asimismo, se debe observar la competencia con el cultivo de pasto anterior y con las malezas, y determinar cuánto de la biomasa ofrecida corresponde a cada especie (Figura 4).
La biomasa de un pasto es la medida a nivel del suelo del peso total del forraje por una unidad de superficie (López-Guerrero et al., 2011). Existen varios factores que pueden determinar la producción de biomasa de una pastura, entre ellas la principal es el clima.
En este sentido, las condiciones climáticas de las zonas geográficas y su variación a través del tiempo provocan que la producción de un forraje sea variable a través del año. Por esta razón, siempre será recomendado medir continuamente la producción de biomasa del pasto a través del año con el fin de determinar la oferta de alimento durante este período (Villalobos-Villalobos, 2018).
Paso 5: Primera cosecha de prueba de los pastos
Después de determinar la producción de biomasa en fresco de los pastos, se cosecha el área experimental por medio de la entrada de los animales al potrero. En estos casos, la cosecha de las parcelas experimentales permiten al productor observar la elección y aceptación de los nuevos cultivos, cuál es más atractivo para los animales, cuál es el más consumido por su palatabilidad (Figura 5).
Posterior a este consumo de pasto en las parcelas, se vuelve a impedir el paso al área experimental y se comienza a evaluar el rebrote del cultivo.
El tiempo de rebrote del cultivo de pasto depende del tiempo de rotación establecido en la finca, esto con el fin de observar el comportamiento normal de la pastura en condiciones de manejo de la finca. Durante este periodo se observa si la pastura puede volver a crecer y competir con malezas y otros pastos de forma eficiente.
Paso 6: Segunda cosecha de prueba de los pastos para la estimación de biomasa
Posteriormente, se puede volver a contabilizar la producción de biomasa de los pastos para tener referencias futuras sobre la oferta de alimento del cultivo con las prácticas de manejo de la finca.
Durante todo el proceso experimental es esencial la observación del comportamiento de los pastos. En especial, cómo crecen en los diferentes lugares que se eligieron para el experimento; además de considerar la presencia y competencia con las malezas presentes en la zona.
Realizar una estimación de biomasa es algo sencillo. Si las parcelas son pequeñas, la cantidad total de forraje puede pesarse en sacos en fresco. A continuación se toman tres diferentes muestras pequeñas de peso máximo 1 kilogramo.
Para la determinación de materia seca se usa un microondas. Además, una balanza que nos permitirán conocer el peso freso y el peso seco para que el profesional pueda efectuar cálculos de disponibilidad futura de forrajes.
Con este proceso el profesional tiene suficiente información para calcular de forma sencilla una producción de biomasa del pasto, tanto en fresco como en materia seca.
Paso 7: Análisis de los resultados para escoger el mejor pasto para la finca
Para tomar una decisión final se debe considerar todos los elementos evaluados. A tal fin se compara cuál fue el pasto con mejor comportamiento en cada zona experimental, su competencia con las malezas. Entonces se ubica el pasto que tenga menor cantidad de malezas presentes y la mayor producción de biomasa.
Tomando en cuenta estos factores, se puede escoger el mejor pasto para la finca y comenzar un proyecto de renovación y siembra de una nueva pastura.
Aunque los resultados pueden ser muy claros, si los datos no son contundentes, los profesionales proceden a efectuar pruebas estadísticas más rigurosas. Con el fin de diferenciar mejor los resultados y no confundir hallazgos.
Otro aspecto importante es que este tipo de pruebas tampoco se limitan a buscar una sola respuesta; sino que también permite que una misma unidad productiva elija diferentes pasturas según el desempeño encontrado en áreas diferenciadas.
Un experimento de pastos es un proceso que, si es adecuadamente guiado, permite la identificación, observación y registro de los todos los comportamientos de las pasturas a analizar. También posibilita que el productor ganadero se familiarice con una práctica de evaluación de forrajes que es capaz de retar las diferentes condiciones que ofrece la finca y sus recursos.
De tal manera que se podrá escoger un pasto que se adecúe al manejo y productividad de la finca, resultando en mayor eficiencia productiva para el agro negocio.
Contenido: Proyecto Agro-Divulgación Universidad de Costa Rica UCR (737-C2528)
Para mayor información:
M.Sc. David Mora Valverde (david.mora@ucr.ac.cr)
Ph.D. Luis Alonso Villalobos
Compiladores: Adrián Jiménez Ávila / David Mora Valverde
Referencias consultadas
Araya Mora, M; Boschini Figueroa, C. 2005. Producción de forraje y calidad nutricional de variedades de Pennisetum purpureum en la meseta central de Costa Rica. Agronomía Mesoamérica 16(1): 37-43.
Callamand Turbay, D; Torres Valencia, A. 2019. ¿Cómo aumentar la productividad en una finca lechera mediante la implementación de un modelo alimenticio basado en forraje y una correcta tabla de suplementación?. Tesis Lic. Colegio de Estudios Superiores de Administración, Bogota, Colombia.