El próximo 14 de julio expira el acuerdo de suspensión sobre los tomates frescos, entre Estados Unidos y México, al no renovarse, las autoridades estadounidenses ya indicaron que impondrán un arancel de 20,91 % a los tomates importados desde el país azteca. Se espera que este cambio de política afecte a los productores y cadenas de suministro en toda la frontera compartidas entre ambos países.
Se espera que Estados Unidos aplique aranceles antidumping a los tomates producidos en México. Desde el departamento de comercio sostienen que el acuerdo actual no ha logrado proteger a los productores de tomate estadounidenses de las importaciones mexicanas a precios, que la dependencia considera son injustos.
En 2024 las exportaciones mexicanas de tomate ascendieron a 3234 millones de dólares, representando el 86 % de las importaciones de tomate fresco en EE.UU. se espera que la reinstauración de esta barrera comercial afecte a ambas partes involucradas en el intercambio comercial.
Los defensores del restablecimiento de los aranceles argumentan que, esta medida promueve la competencia leal y apoya los empleos agrícolas nacionales.
Los gremios desde México han hecho llamados al diálogo para renovar el acuerdo que mantiene sin aranceles el comercio de tomates entre los dos países.