La cría de pollos de engorde es una de las industrias de producción de proteína más importante en el mundo. Por ello, constantemente mediante estudios nutricionales pone a prueba los alimentos y/o suplementos que son ofrecidos a las aves. De tal manera que se puedan tomar decisiones de cómo mejorar los procesos nutricionales y la … Pollos de engorde: alimentación y pruebas nutricionales
El control de temperatura en aves es de gran importancia; principalmente en Latinoamérica, donde existe una extensa variación climática que obedece a la altura sobre el nivel del mar y la posición geográfica. De la misma manera, existen otras fuentes de variación climática, las cuales no son objeto de discusión en este artículo.
Por el contrario, se intenta mencionar o dar una visión general de algunas estrategias de manejo que permiten controlar; o más bien mejorar las condiciones del ambiente productivo para obtener confort térmico en las aves de producción.
En este sentido, manejos que tienen que ver con el recurso animal, cambios ambientales pre o post eclosión y control del microambiente productivo, son abordados en los párrafos siguientes.
Existen diversas estrategias comprobadas para controlar la temperatura de los pollos de engorde y gallinas ponedoras. Ciertamente dichas soluciones parten de los intentos de selección de reproductores tolerantes al calor y, por supuesto, de su descendencia.
Ese otro orden de ideas, la aclimatación mediante tratamientos térmicos tempranos también es una opción; para después pasar al control del microambiente productivo, mediante ventilación natural o forzada.
Otras vías pasan por agregar electrolitos a la dieta o el agua y manejos restrictivos de la alimentación en horas calurosas. De esta manera, todas las estrategias mencionadas persiguen reducir la temperatura corporal de las aves y reducir las pérdidas por mortalidad.
La llegada de gallinas a América tuvo lugar en los barcos de los conquistadores europeos, de las cuales muchos genotipos, razas o sus combinaciones se han adaptado al medio ambiente, las que actualmente llamamos gallinas criollas en Latinoamérica.
Los caracteres externos (fenotipo) de las gallinas criollas latinoamericanas son diversos, así es posible encontrar plumaje normal, grifas, cuello desnudo, sedosas, etc., así como la coloración de las plumas, tarsos, orejillas y ojos es variable.
Existe una diversidad genética en América donde destacan las siguientes gallinas: santandereana, tufus, tapuncha, piroca, grifa, sedosa, calzada, copetona, enana, entre otras.
Como en cualquier especie la producción depende del manejo, es decir, de los aspectos tecnológicos aplicados al sistema, por ello se encuentran diferencias para caracteres productivos y funcionales de gallinas criollas.
En cuanto a la reproducción se recomienda que comience al menos en la semana 20 para las gallinas (primer huevo), mientras que los gallos deberían incorporarse entre 2 y 4 semanas después. Generalmente la relación de apareamiento está entre 8 y 10 gallinas por gallo, dependiendo de la talla de los mismos y el fin productivo.
El tiempo de vida productivo oscila entre 3 y 4 años, pero la medida práctica para los criadores es que la postura sea suficiente para cubrir los costos de producción y la fertilidad sea superior al 80 %.Criterios importantes para decidir cuándo retirar una reproductora del sistema.
La diversidad genética presente en las aves de América representa una oportunidad de oro para utilizar, preservar, conservar y reproducir los recursos zoogenéticos, por tanto, contribuyendo de esta manera a la ecología y preservación del medio ambiente.
La alimentación de las gallinas en sistemas económicamente rentables representa un reto. Así en la mayoría de los países de América central y del sur las gallinas ponedoras son alimentadas con dietas balanceadas en nutrientes, para lo cual las industrias se ven obligadas a importar más de la mitad de estos componentes.
Normalmente estas materias primas para la elaboración de alimentos balanceados tienen precios elevados en el mercado internacional. Además, al sumarse a los costos de transporte, convierten la producción avícola inviable en muchos de estos países.
Por esta razón utilizar fuentes alimenticias alternativas como fuentes proteicas, vitaminas y minerales puede coadyuvar a reducir los costos de producción y hacer rentable la actividad.
Existen resultados variables para la producción de huevos de gallinas que consumieron alimentos que incluían harina de hojas de algunas especies vegetales como leucaena, mata ratón, amaranto, botón de oro, morera y moringa. De forma tal que su inclusión hasta niveles del 10 % no evidencia efectos detrimentales marcados sobre los parámetros productivos.
Sin embargo, la inclusión de moringa al 20 % merece ser considerada y estudiada de manera particular debido a que no se observaron diferencias productivas con la inclusión de la harina de hojas de esta planta.
Por consiguiente, la reducción de los costos de producción en los sistemas avícolas que puedan utilizar estas materias primas alternativas, puede ser potencialmente importante.
El interés por el uso de forraje verde hidropónico es cada día mayor, la tecnología aplicada al sector avícola crece de manera vertiginosa, abarcando las distintas áreas del conocimiento que involucran las especies avícolas, así la genética, la nutrición y alimentación tienen una atención especial por ser las áreas responsables del mayor progreso del sector.
Es bien conocido que los alimentos ocupan cerca del 80 % de los costos de producción de ponedoras y pollos de engorde, por esto existe un creciente interés por aplicar estrategias que conduzcan a la reducción de este concepto dentro de la estructura financiera de la unidad de producción.
Aun cuando no existen resultados científicos definitivos sobre la utilización de forraje verde hidropónico de diversas especies vegetales en gallinas ponedoras, la tendencia refleja que no afecta o mejora la producción de huevos, el peso del huevo y la conversión alimenticia.
Se infiere que la combinación alimento balanceado – forraje verde hidropónico en distintos grados suple las necesidades nutricionales de las aves al no encontrarse variación en la ganancia de peso. Asimismo, las conversiones de alimento se reducen, un efecto beneficioso porque se reduce el consumo de alimentos, hasta 30 % de balanceado, para obtener la misma producción de huevos.
Por lo tanto, es probable que se reduzcan los costos de producción (ésta es la principal categoría dentro de los costos totales); debido a la disminución del uso de insumos, en este caso, alimento.
Finalmente, debe agregarse que algunos resultados económicos positivos impulsan a utilizar esta tecnología alimenticia en la producción con gallinas ponedoras.
Un buen manejo de las pollitas durante las primeras semanas de vida (Desde el nacimiento hasta la cuarta semana de edad), garantiza el éxito de las futuras gallinas ponedoras.
Una vez nacidas las pollitas se evalúan en ellas, los parámetros productivos: peso y sanidad, como primer filtro de selección. Luego de superar esta primera verificación, es imprescindible que ofrezcamos a las aves las condiciones necesarias para su crecimiento y desarrollo dentro del galpón.
Este debe estar acondicionado con materiales, implementos y equipos (Bebederos, comederos, ventiladores, extractores, cortinas) que generen un ambiente confortable al momento de ingresar las pollitas.
El piso o cama dentro del galpón debe tener un mínimo de espesor, compuesto por materiales inertes como: Cascarilla de arroz, Viruta de madera u otro material similar; cuyo fin es adsorber la humedad causada en su mayoría por las excretas de las aves.
El desarrollo de las pollitas está directamente relacionado con el manejo alimenticio, por lo que se debe otorgar la cantidad y calidad de alimento, según los requerimientos nutricionales y etapa de crecimiento de las aves.
Sin embargo el consumo de alimento está influenciado por: el ambiente dentro del galpón (Temperatura, humedad e Iluminación); la densidad de aves y el manejo sanitario.
Si las condiciones dentro del galpón son adecuadas, ocurrirá una correcta ingesta de alimento, observándose a las aves activas y distribuidas homogéneamente; conductas óptimas para el desarrollo de excelentes futuras ponedoras, debido a que estos comportamientos indican confort y bienestar de las pollitas.
La raza Rhode Island Red, originaria de América del Norte, es uno de los grupos genéticos más promisorios en la industria avícola; estas gallinas combinan producción de huevos, resistencia, peso corporal y fertilidad.
Tanto en la industria especializada avícola como en pequeñas explotaciones, inclusive en sistemas de traspatio, el productor intenta compensar; o más bien, nivelar entre las características que persigue en una gallina ponedora.
Hay que resaltar que la raza Rhode Island Red posee genes ligados al sexo; por ende permite el fácil sexado de los pollitos al nacer, demostrando además superioridad productiva en los cruces.
De manera que este abanico de ventajas ofrece a los productores y genetistas un recurso genético muy promisorio; especialmente para la producción de huevos a distintos niveles de intensificación.
El forraje verde hidropónico (FVH) es un sistema de producción de biomasa vegetal de alta calidad nutricional que puede ser implementada en cualquier época del año, condición climática y zona geográfica.
En términos generales puede definirse como el producto que se obtiene del proceso de germinación de semillas (gramíneas y leguminosas) sobre bandejas, en ausencia de suelo; bajo condiciones ambientales controladas de luz, temperatura y humedad.
Cabe destacar que su uso en la alimentación animal se remonta a la época de los romanos, cuando hacían germinar la semilla para alimentar al ganado.
Actualmente se ha venido desarrollando e implementando la técnica de producción de forraje verde hidropónico a pequeña escala; por ser un sistema con una gran eficiencia productiva que permite un alto rendimiento por unidad de superficie.
Además se ajusta a las condiciones socioeconómicas de los pequeños y medianos productores.