El ordeño es una actividad muy importante en toda explotación ganadera, bien sea de vacunos de leche, de vacunos de doble propósito, de búfalos, de cabras o de ovejas; ya que es el proceso por el cual se obtiene el producto final que va al mercado, la leche.
Por lo tanto, esta leche es necesario que sea de calidad, tanto en composición química como en sanidad y con niveles de grasa igual o superiores al 3,2 %. Esto depende mucho de la alimentación, que debe incluir importantes niveles de fibra larga en la dieta, superiores al 50 %; a fin de garantizar una buena producción de ácido butírico en el rumen, principal responsable del nivel de grasa de la leche.
También influyen el nivel de producción y la época del año. Por ejemplo, el nivel de grasa varía con la especie animal, siendo naturalmente mayor en búfalos y cabras respecto a los vacunos.
Asimismo, debe haber un nivel de proteína superior al 4 %, azúcares en forma de lactosa, que es un disacárido de glucosa y maltosa; además de minerales, calcio y fósforo.
Por otro lado, debe tener una calidad microbiológica aceptable, con cargas bacterianas bajas, inferiores a lo permitido; así como la ausencia total de antibióticos, que en una época fueron muy utilizados para controlar la carga microbiológica.
Todas estas pruebas las realiza la receptoría destinada a la pasteurización para decidir si reciben la leche o no; y casi siempre el resultado depende en buena parte de un buen ordeño. Aunque en las queseras son menos estrictos, pero igualmente tienen criterios de aceptación del producto.
Buenas prácticas de ordeño
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Todo ordeño debe garantizar, sea manual o mecanizado, que se cumpla lo siguiente:
Limpieza de la sala de ordeño
La limpieza debe ser total tanto del animal, como de los equipos utilizados, bien sea ordeño manual, como recipientes, sillas, cuerdas y otros; así como los mecanizados, con máquinas de ordeño, que tienen pezoneras, pailas de recolección, tuberías, tanque de enfriamiento y en fin de toda la sala de ordeño.
Por ende, la calidad microbiológica de la leche depende mucho de la asepsia en el ordeño, almacén y transporte del producto.
De igual forma, es usual pasar a los animales por un baño previo al ordeño, en pasillos diseñados para eso; donde de una vez pueden colocarse productos comerciales para el control de ectoparásitos. Además, el baño genera que el animal orine antes de entrar al ordeño.
Tranquilidad del animal durante el ordeño
No es posible gritar a los animales, presencia de perros u otros animales en el sitio de ordeño, ruidos molestos, apuro de los ordeñadores, ni cualquier cosa que perturbe a los animales. Todo esto genera en el animal la secreción de adrenalina, una hormona que inhibe la oxitocina e impide el apoyo de la vaca.
Aunque se ha hablado mucho de la música, esto no es indispensable, pero se asocia mucho a un ambiente tranquilo, donde el animal no tenga estrés.
Esta tranquilidad se logra con varias cosas. Entre ellas, la más importante, la presencia del becerro y la otra, ofrecer algo atractivo al animal, como el suplemento, durante el ordeño. Por ejemplo, se han usado con éxito bloques de entretenimiento durante el ordeño.
Con respecto al ordeño manual se usa siempre amarrar al becerro en la pata delantera de la madre. Cabe mencionar que en vacas con alto nivel de genes Bos Taurus no es indispensable la presencia del becerro, pero si la vaca es acebuada es muy importante que el becerro este al lado de la madre; para ello, en ordeños mecánicos se usa una doble manga, una grande para la madre y otra pequeña para el becerro.
La presencia del becerro, además de tranquilizar a la vaca, hace que ella apoye, o sea que pase la leche de la cisterna de la ubre al pezón, para poder ordeñar.
Se ha usado oxitocina intramuscular para lograr el apoyo, pero su uso no es deseable y provoca animales dependientes de la hormona inyectada para poder ordeñar.
Escurrido de la ubre al terminar el ordeño
Al terminar el ordeño hay que asegurar que la ubre quede totalmente seca, para impedir una posible mastitis clínica en los pezones, que a veces se complica; y la vaca puede incluso perder el pezón.
Esto se logra con un buen ordeño, permitiendo que el becerro mame al terminar de ordeñar; para que extraiga toda la leche residual y aprovechen un segundo apoyo de la madre.
Cuando los becerros no están en el ordeño, es recomendable que tengan acceso a las vacas después del ordeño para que mamen; así extraen la leche residual, evitan la mastitis y se alimentan al menos parcialmente con la leche consumida.
En tal sentido, la leche residual obtenida en este amamantamiento restringido puede estar entre 1,6 y 3 litros de leche y esto suele representar entre 10 y 16 % de la producción de leche; dependiendo del nivel de producción de la vaca. Con 1 hora de amamantamiento restringido es suficiente y asegura que la ubre quede totalmente seca.
De hecho, nada es tan eficiente como el becerro para escurrir la ubre. Si el becerro muere, la situación se complica porque no es fácil que una vaca acepte uno distinto al de ella. A veces, funciona mojarlo con orina de la vaca que debe recibirlo.
Es común que se deje un cuarto de la ubre sin ordeñar para el consumo del becerro o no se ordeñe a fondo para que quede algo de leche para la cría. Aunque, varía mucho lo que se hace en cada unidad de producción y cualquier método es bueno, con tal se asegure el escurrido total de la ubre.
Sellado del pezón después del ordeño y secado de la vaca
Una vez terminado el ordeño debe sellarse el pezón, para evitar la entrada de cualquier microbio, a tal fin se puede usar vaselina estéril o algún producto comercial. Asimismo, la vaca debe secarse por lo menos 2 meses antes del próximo parto.
Cuando la finca lleva registros de monta natural o inseminación artificial, es muy fácil saber la fecha de parto, si no, habrá que hacerlo por síntomas externos de la preñez y de la ubre. Si no se da este descanso a la vaca, la próxima lactancia será muy pobre.
Por otra parte, si la producción de leche al momento de secado es baja, inferior a los 4 L/día, el secado es fácil; entonces, con dejar de ordeñar es suficiente, pero si la producción es alta, el secado debe ser intermitente, ordeñando en días alternos. Posteriormente, se debe ir espaciando los ordeños hasta lograr el secado total, evitando así una mastitis clínica, muy comunes en vacas de alta producción.
Ordeño: métodos y recomendaciones
El ordeño a mano es la actividad laboral que más mano de obra consume y requiere entrenamiento. Así, se pueden realizar uno o dos ordeños diarios dependiendo del nivel de producción de leche de las vacas. Cuando se usan dos ordeños, estos deben estar espaciados entre ellos lo más cerca posible de 12 horas. Siempre, con la presencia del becerro al pie de la madre.
En cuanto al ordeño mecanizado, se realiza frecuentemente sin presencia del becerro, en razas especializadas o de alto mestizaje de sangre europea, como Holstein, Pardo suizo, Yersey, Air shire, Carora, entre otras. Por ejemplo, si tienen mucha herencia cebuina se va a necesitar la presencia del becerro y en estos casos se usa la doble manga para llevar las vacas al ordeño al lado de sus crías.
Cabe resaltar que las búfalas se ordeñan de manera muy similar a los vacunos, a mano o mecanizado, siguiendo las mismas recomendaciones. Mientras que las cabras y ovejas se ordeñan generalmente a mano, una sola vez al día y por un periodo apenas de dos o tres meses.
Ordeño: la importancia de un buen proceso
El ordeño es una actividad fundamental en toda finca ganadera; debido a que es la que produce mayores ingresos, con la ventaja que los mismos son diarios o inter diarios, si acaso semanales.
Sin embargo, el ordeño debe hacerse muy bien para lograr calidad de la leche y evitar que la rechacen en los centros de acopio; además de asegurar a las vacas una larga vida productiva y el mejor estado de salud posible. Con seguir estas recomendaciones será suficiente para lograr un buen ordeño.
Compilador: Miguel Benezra Ingeniero Agrónomo, MSc en producción animal, Dr. en Ciencias Agrícolas, Profesor Asociado UCV.
Referencias consultadas
- Piñero, J. y Benezra , M. El amamantamiento restringido como modalidad recomendada en el ordeño de vacas de doble propósito. Tesis de Grado. Facultad de Agronomía Universidad Central de Venezuela. 123 p