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Agricultura protegida: Importancia y control de plagas

Los cultivos protegidos o invernaderos han resultado ser la forma de producción agrícola en el que se obtienen frutos y vegetales de alta calidad en espacios reducido. El manejo integrado de plagas permite establecer estrategias para combatir plagas, además otorga valor agregado a la producción y promueve la eficiencia de los recursos, del tiempo y del talento humano, dando, resultados satisfactorios a corto y largo plazo dentro de los invernaderos.
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Los cultivos protegidos o invernaderos han resultado ser la forma de producción agrícola que permite el desarrollo de frutos y vegetales con alta calidad en espacio reducido.

Por otra parte, la principal ventaja de la agricultura protegida es la de poder realizar el control de las malezas, insectos y enfermedades de manera eficiente; debido a sus condiciones ambientales controladas y por aislarse a los cultivos con una barrera física.

Asimismo, existen varios factores que potencian el buen rendimiento del cultivo y el retorno de la inversión, los cuales no solo incluyen el tipo de semillas usadas, la fertilización y el sustrato seleccionado; sino que va de acuerdo al manejo integrado de plagas (MIP).

Por lo tanto el manejo integrado de plagas (MIP) es la estrategia de combate de plagas que puede dar resultados satisfactorios a corto y largo plazo en invernaderos; también conocidos como cultivos protegidos.

Cultivo protegido de tomate

El manejo integrado de plagas (MIP) como opción factible en cultivos protegidos

El concepto de manejo integrado de plagas suele ser considerado y aplicarse mayormente en cultivos extensivos o en campo abierto; por ende, su premisa principal es la de integrar todas las estrategias y herramientas de control posibles, prácticas, coherentes y al alcance del productor agrícola para disminuir la población del organismo que afecte al cultivo.

Si bien las múltiples plagas que aquejan a los cultivos en campo abierto justifican el desarrollo del manejo integrado de plagas, porque no existen condiciones limitantes ante la presencia de estas; pero, ¿en el caso de los cultivos protegidos o en invernaderos este tipo de manejo se justifica?

Para responder dicha interrogante debemos tener en cuenta que el cultivo, donde quiera que se encuentre, representará:

  • Una fuente de alimento en el caso de los insectos, ácaros o nematodos.
  • Un sustrato en el caso de hongos, bacterias y virus.
  • La presencia de nutrimentos sin restricción para otras plantas, llamadas malezas, que puedan colarse en el invernadero.

 

Ventajas de implementación del manejo integrado de plagas

Aislamiento y espacio controlable

La particularidad del aislamiento, que implica la protección del invernadero, es lo que le da al manejo integrado de plagas circunstancias especiales; en su mayoría beneficiosas para su implementación.

En primer lugar provee un espacio controlable de los aspectos abióticos como temperatura, humedad relativa y precipitación; así se garantiza que los posibles problemas a presentarse por plagas se manifiesten bajo una tendencia constante y fácilmente detectable; es decir, no existe la variabilidad que se presenta en campo abierto.

Por otro lado, los organismos presentes serán rápidamente caracterizados e identificados por las condiciones que nosotros como operarios le demos al cultivo.

También se pueden destinar los recursos e insumos a una zona particular del invernadero.

Escogencia de estrategias de control

Las estrategias de control pueden ser escogidas sin la interrupción de agentes externos al cultivo; de manera que esta situación es altamente beneficiosa, pues no hay intervención de otros individuos o elementos en la aplicación constante y en el seguimiento de resultados.

Un ejemplo de ello son las liberaciones de depredadores y parasitoides en un cultivo, las cuales pueden verse afectadas por las prácticas de control de los sistemas productivos aledaños; sobre todo donde la aplicación de insecticidas usando aspersión aérea o de forma constante, puede afectar la estrategia de control biológico diseñada por nosotros.

Engranaje de estrategias de control

El engranaje de las estrategias de control, con un mismo propósito o un propósito distinto, es una situación frecuente al estar en presencia de una alta población de insectos; si a su vez también hay presencia de virosis u hongos, las medidas de control pueden ser complementarias entre sí o aplicarse en paralelo.

Por consiguiente, el manejo integrado de plagas puede aplicarse de manera exitosa en los cultivos protegidos, dando valor agregado a la producción; además, promoviendo la eficiencia de los recursos, tiempo y talento humano.

Dos personas estableciendo estrategias de control dentro del manejo integrado de plagas

Herramientas básicas del manejo integrado de plagas en cultivos protegidos

Si bien tenemos las condiciones a nuestro favor para desarrollar un cultivo, sano, vigoroso y con óptimas características para el mercado, debemos aprovechar las bondades que la condición de invernadero o protección facilita; a fin de lograr que el cultivo sea todo lo bueno que deseamos, no podemos dar por sentado lo que tenemos, debemos trabajar con las respuestas que nos da el propio cultivo.

En este sentido, hay dos herramientas básicas que todo productor debe tomar en cuenta para lograr el manejo integrado de plagas en la agricultura protegida; la primera, es el monitoreo y la segunda mantener la seguridad e higiene del invernadero.

El monitoreo

Un sistema productivo eficiente se caracteriza por tener registros cronológicos tanto de las medidas de control aplicadas; como de la presencia, cantidad, distribución y control de las plagas.

Por esta razón el muestreo, siendo el acto puntual de medir, evaluar y registrar la variable que deseamos determinar su impacto; y ser este realizado consecuentemente cada siete, diez, quince o veinte días, construirá a lo largo del tiempo un monitoreo.

De forma tal que la finalidad del monitoreo es la de diagnosticar el estado del insecto, nematodo, ácaro, virus, bacteria u hongo, con tal periodicidad que la toma de decisiones resulte orgánica en cuanto a su control; mientras mayor y mejor información tenemos del organismo que afecta un órgano de la planta, más certeras serán las medidas de control que apliquemos.

Es por ello que el monitoreo nos resume cómo bajo condiciones ideales para la plaga, puede aumentar o disminuir su población; siendo la herramienta de gran potencial en el manejo integrado de plagas.

Botas de una persona desinfectándose en una solución como medida de seguridad en el MIP

Seguridad e higiene

Las prácticas de seguridad e higiene forman parte del control cultural; anteriormente señalamos que damos por sentado un aislamiento del sistema productivo, pero ¿realmente es así?

Ciertamente los invernaderos no están exentos a tener contaminación o infestaciones por pequeñas vías de acceso no controlado; así como por ligeras medidas de seguridad al entrar y salir del mismo.

De hecho, muchos de los brotes de insectos plagas ocurren por el ingreso a través de la puerta principal del invernadero; en especial por daños no reparados a tiempo en la estructura, malla o plástico.

Asimismo, algunas enfermedades pueden ingresar también a través de los zapatos o manos de los mismos encargados y trabajadores del invernadero; mientras que las malezas fácilmente son transportadas en la ropa y zapatos.

Entonces, la práctica del manejo integrado de plagas inicia al tener un óptimo control cultural en el invernadero, incluyendo el acceso al mismo con limpieza y orden; por esta razón, perpetuar las condiciones ideales establecidas según la necesidad del cultivo hará que este se mantenga libre de plagas o en una situación fácilmente controlable al momento de enfrentarles.

Por ejemplo, la existencia de pasillos o caminos limpios, sin malezas o tierra (en lo posible); en efecto, es una medida que permite que el calzado y la tierra transportada del exterior no se incorpore al sustrato y aire circulante en el invernadero.

 

El manejo integrado de plagas en cultivos protegidos y sus estrategias de control

La unión de los controles de tipo cultural, genético, legal, físico, mecánico, etológico, biológico y químico en medida pertinente y cohesionada; con el fin de manejar los problemas ocasionados por el aumento poblacional de las plagas, es el planteamiento para enfrentar las crisis en el invernadero.

Selección del material de siembra

El primer reto a enfrentar para comenzar a realizar un buen manejo integrado de plagas es seleccionar el material de siembra o de propagación; por lo tanto, esta acción es parte fundamental y va asociado al control genético, para ello se deben sembrar semillas:

  • Certificadas.
  • Con pureza.
  • De alta germinación.
  • Libre de malezas.
  • Con pre-tratamiento para hongos y bacterias.

Igualmente al momento de propagar, ya sea por esqueje, rizoma o raíz, el tomar el material de una planta madre que se conozca su vigorosidad; que además no haya estado bajo ataque de insectos o virosis, garantizará en buena medida que este tipo de problemas no se repliquen en invernadero.

Restricciones legales

Ligado a la selección del material propagativo, las restricciones legales de transporte de material deben ser acatadas y respetadas; de manera que la necesidad de contener organismos potencialmente peligrosos para otras localidades, zonas o regiones es la premisa del control legal.

Cabe destacar que las introducciones accidentales o no intencionales de plagas, son la principal causa de especies invasoras a nivel mundial; por ello, el control legal forma parte de la base en la cual se sostiene el manejo integrado de plagas, junto con el control cultural y genético.

Control físico y mecánico

El control físico per se es la razón de ser de los cultivos protegidos o construcción de invernaderos; además de este tipo de control, suele frecuentemente estar de alguna manera asociado el control mecánico; ya sea realizado por una persona o de forma automatizada dentro de las instalaciones.

Es de resaltar que en los invernaderos muchas de las veces, cuando el manejo integrado de plagas se dirige a insectos, se establece el control etológico como la opción principal; por ello, el monitoreo e historia de la dinámica poblacional en cada cultivo protegido es de gran ayuda.

De forma tal que al identificar correctamente el insecto plaga, se estudia y evalúa la mejor forma de atraerlo para eliminarlo. Esto incluye por lo general la zonificación de trampas o dispositivos que emitan estímulos lo suficientemente atractivos para los insectos, pudiendo ser color, olor, feromona, captura al vuelo o alimento.

Cultivo con presencia de laminas atrayentes para el control de plagas como parte del MIP

Control biológico

Uno de los controles mayormente usados en el manejo integrado de plagas es el control biológico; es importante destacar que a medida que la tecnología ha avanzado los estudios al respecto han sido más especializados.

En efecto, dando respuestas ante el control de insectos plagas liberando otros insectos, nematodos, hongos o bacterias; pero, también logrando control biológico de hongos, usando hongos antagonistas.

Cabe resaltar que la masificación y uso del control biológico en cualquiera de sus modalidades, ha sido la estrategia más utilizada en los últimos veinte años; en particular, por los productores que desean un manejo menos invasivo e impactante para su cultivo, también para el medio ambiente.

De igual manera, el manejo integrado de plagas en cultivos protegidos va de la mano con la liberación de controladores de ácaros y nematodos; debido a su efectividad y rápida obtención de resultados. Sin embargo, para estos organismos la oferta de agentes de control es poca y bastante específica, más funcional en ciertos casos.

" Dos Mariquitas", estos coleópteros son usados en los cultivos como controladores biológicos dentro del MIP

Control químico

Por último en las estrategias de control del manejo integrado de plagas, pero la frecuentemente primera opción en cultivos protegidos, está el uso del control químico; debido a que es la manera más rápida y letal de manejar los problemas de plagas, siendo a veces la única opción.

Si bien algunos problemas causados principalmente por hongos, bacterias e insectos lo ameritan; no obstante, la necesidad de disminuir su uso en otros casos, donde el manejo integrado de plagas ofrece la integración de estrategias, es la pauta a seguir cuando hablamos de cultivos protegidos.

Hay que recordar que se presenta una alta densidad de siembra en el invernadero, implicando gran cantidad de alimento que llegará a los consumidores; quienes al final también serán parte del alcance del agroquímico aplicado en invernadero.

Por eso el análisis de las posibilidades para desarrollar un manejo integrado de plagas adecuado a cada una de las características de los cultivos protegidos es el inicio de un ciclo balanceado; debido a que dará como resultado mejor calidad en el órgano de la planta que deseamos comercializar.

Además de formar parte de los actores agrícolas que hacen la diferencia en la nueva manera de producir alimentos con eficiencia y consciencia.

Recomendaciones al aplicar el manejo integrado de plagas

Para facilitar la aplicación del manejo integrado de plagas en la agricultura protegida es necesario tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • El ingreso con ropa apropiada, limpia, libre de insectos y malezas es el primer paso para el éxito en cultivos protegidos.
  • Realizar lavado del calzado o botas de caucho antes de ingresar al invernadero; ya sea con la aplicación de solución de hipoclorito al 3 %, agua corriente o construyendo un pediluvio antes de la puerta.
  • Controlar el paso del personal al invernadero.
  • Reparar los daños a las instalaciones.
  • Cuando sea conveniente el uso del control químico, estar al tanto de la residualidad del producto y sus efectos a los polinizadores; en especial cuando sea aplicado en un cultivo que requiera polinización insectil.
  • Incluir plantas con néctar cuando se decida realizar control biológico con parasitoides.

Un cultivo dentro de un invernadero en que se le aplica MIP

Conclusión

Los cultivos protegidos o en invernaderos son la maximización de las condiciones idóneas en la producción de frutas y hortalizas; característica que facilita realizar el manejo integrado de plagas de forma calibrada, consecuente y exitosa.

Por consiguiente, dejar a un lado las prácticas favorables a las condiciones controladas implica no solo la disminución paulatina de los rendimientos del cultivo; además, pérdida de tiempo, dinero y mala utilización de la tecnología derivada de la investigación y prácticas sostenibles.

Compiladora: Ing. Agr. Oona Delgado. Dra. en Ciencias agrícolas, mención Entomología. Facultad de Agronomía-Universidad Central de Venezuela

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Cultivo en invernadero donde se aplica el manejo integrado de plagas
frutos de tomate sembrado en invernaderos donde se realiza el manejo integrado de plagas
mano tomando fruto de una planta sembrada en invernadero con manejo integrado de plagas
cultivo con enfoque de manejo integrado de plagas dentro de un invernadero
manos realizando manejo integrado de plagas a un cultivo
invernadero con cintas amarillas para atrapar plagas
cultivo dentro de un invernadero en que se le realiza manejo integrado de plagas
mujer inspeccionando cultivo en que se le aplica manejo integrado de plagas
plántulas
hombre revisando cultivo que se le aplico manejo integrado de plagas
Mujer cosechando frutos dentro de un invernadero