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Hortalizas

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Cultivos Hidropónicos – Fertirrigación y sus beneficios

Un buen sistema de fertirrigación en cultivos hidropónicos garantiza el éxito de una buena producción. La fertirrigación permite la aplicación exacta y uniforme de nutrientes al sistema radicular de cada planta.
Los sistemas de fertirrigación se pueden automatizar para monitorear su funcionamiento en forma periódica. Son usados en las unidades de producción para obtener mayor eficiencia y eficacia. Además son sistemas muy sensibles a imprevistos y a cambios de la solución nutritiva.
Dentro de los aspectos importantes del proceso de fertirrigación se encuentran: La calidad del agua; las características de los fertilizantes; la preparación de solución nutritiva; la compatibilidad y solubilidad de los nutrientes; el uso adecuado de nutrientes en la solución hidropónica en función del cultivo a producir; el monitoreo constante de la solución nutritiva; la limpieza continúa del sistema de fertirriego.
Mientras que los factores a considerar en los ciclos de riego en fertirrigación son: temperatura y duración del día y tipo de sustrato.

Sustratos para hidroponía – Tipos, mezclas, características

El tipo de sustrato utilizado en hidroponía es muy importante ya que influye en la capacidad de fijación y oxigenación de las raíces; además contribuye en la retención de humedad, lo que permite una correcta nutrición y desarrollo de las plantas.
Dentro de las características más resaltantes de un buen sustrato se encuentran: Debe ser poroso para otorgar buen drenaje permitiendo la aireación, sin embargo el mismo debe tener la capacidad de retener humedad y estar libre de patógenos. Asimismo el sustrato debe contar con estabilidad física y química, es decir, químicamente estable e inerte; además el mismo debe ser de bajo costo es decir asequible.
Los sustratos se pueden clasificar en: organicos, inorgánicos y sintéticos.
En términos generales en hidroponía el sustrato ideal no existe; la elección final de un sustrato o la mezcla de ellos dependerán de propiedades físicas, químicas, disponibilidad, costos y experiencia en el manejo. Por ello los especialistas coinciden en que se debe utilizar el sustrato más conocido y disponible en la región.

Sistemas hidropónicos: Tipos, diferencias, ventajas y beneficios

Los sistemas hidropónicos constituyen una alternativa interesante, rentable, y tecnológicamente adaptable a diferentes condiciones; especialmente en el ámbito urbano. Entre los sistemas hidropónicos más importantes se encuentra:
El sistema hidropónico NFT, En este sistema los nutrientes son aportados mediante un flujo laminar, el principio de esta modalidad consiste en la recirculación continua de solución nutritiva propulsada por una bomba.
El sistema hidropónico de raíz flotante, es una técnica de cultivo en agua caracterizado porque las plantas desarrollan su parte aérea flotando en una placa, generalmente de poliestireno expandido, dentro de un recipiente contenedor y tienen siempre sus raíces dentro de la solución nutritiva.
En el sistema de aeroponía, las raíces de las plantas crecen en un entorno de niebla de solución; siendo una técnica avanzada y de mayor tecnología.
Sistema hidropónico en sustrato quien tiene la finalidad de proporcionar un anclaje para las plantas y la aireación de las raíces.

Bioles: qué son, tipos y uso en agricultura vertical

Los bioles en la agricultura vertical proporcionan nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Replican la actividad natural de los microorganismos beneficiosos presentes en la capa de humus del suelo. Aportan fitohormonas mejorando los rendimientos en los cultivos e incrementan los ingresos económicos. Los obtenidos de excretas de bovinos poseen un 40 % de materia orgánica y los porcinos entre un 20 – 25 %. Son elaborados con altos estándares de calidad para ser usados en la agricultura vertical como alternativa ecológica. Los bioles mejorados se caracterizan porque incluyen otros componentes además de las fuentes orgánicas

Cultivo de ají: pasos, fertilizantes, plagas y enfermedades

El ají, pimiento o chile es una hortaliza conocida por ser un popular condimento o aderezo de sabor inconfundible, que lo hace esencial en la cocina
La domesticación del cultivo de ají se dio hace más de 12 mil años en el actual Perú. Desde allí se extendió por todo el continente y más allá hasta llegar a Europa en el siglo 16.
La planta de ají es herbácea. Generalmente su cultivo es anual y los colores más comunes del fruto son: rojo, verde, amarillo y naranja.
La altura máxima que alcanza una planta de ají es de un metro y medio. Las flores son de color blanco y aparecen solitarias en los nudos del tallo. La aparición de estas depende de un numero de hojas bajo y de condiciones de luz, temperatura y humedad.
El ají se cultiva mayormente por trasplante. Las semillas a sembrar deben tener un porcentaje de germinación de 80%. Se debe hacer una desinfección del terreno y de la semilla. La profundidad de la siembra no debe superar los 2 centímetros.
El trasplante debe hacerse en periodos de poca lluvia y cuando la planta logra alcanzar los 15 centímetros de altura.
Para aprovechar al máximo las capacidades de desarrollo y producción de la planta se debe tener en cuenta que el rango de temperaturas del cultivo debe estar entre 20 y 30 grados Celsius.
Las bajas temperaturas inducen la formación de frutos de menor tamaño los cuales pueden presentar deformaciones, reducen la viabilidad del polen y favorecen la formación de frutos sin semillas.