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Análisis de suelos agrícolas: ¿Cómo se realiza y cuáles son sus tipos?

El análisis de suelo abarca la evaluación de diversos elementos físicos, químicos y biológicos que lo componen, con el fin de comprender en detalle su fertilidad y estado general. Esta información resulta crucial para la toma de decisiones relativas al manejo del suelo, la fertilización y el riego.
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El análisis de suelo abarca la evaluación de diversos elementos físicos, químicos y biológicos que lo componen, con el fin de comprender en detalle su fertilidad y estado general. Esta información resulta crucial para la toma de decisiones relativas al manejo del suelo, la fertilización y el riego.

Es importante resaltar que la relevancia de este análisis radica en la información fundamental que aporta sobre la disponibilidad de nutrientes esenciales como el nitrógeno, el fósforo, el potasio y los micronutrientes. Al conocer los niveles de estos nutrientes, los agricultores pueden determinar si es necesario añadir fertilizantes, y en qué cantidades, evitando tanto deficiencias como excesos que puedan dañar los cultivos y el medio ambiente.

Adicionalmente, con los datos obtenidos del análisis de suelo, se puede desarrollar un plan de fertilización adaptado a las necesidades específicas de cada cultivo y tipo de suelo. Esto no solo mejora el rendimiento de las cosechas, sino que también disminuye costos al evitar la aplicación innecesaria de fertilizantes.

Con un conocimiento detallado del suelo, los agricultores pueden seleccionar las variedades de cultivos más apropiadas y ajustar las prácticas agrícolas para maximizar el rendimiento y la calidad de los productos cosechados.

Materiales requeridos para un análisis de suelo

Equipo de muestreo

Entre el equipo de muestreo empleado están las barrenas o caladores que permiten tomar muestras a diferentes profundidades de manera uniforme. Los tipos más comunes son:

  • Barrena helicoidal: Para suelos blandos y poco compactados.
  • Barrena de tubo: Para suelos más compactados y arcillosos.
  • Calador de barrena: Para tomar muestras a profundidades específicas.
  • Palas y picos: Útiles para remover la capa superficial y facilitar la extracción de muestras.
  • Cuchillos o espátulas: Para limpiar las herramientas y manipular las muestras.

Recipientes de muestreo

  • Bolsas de plástico: Deben ser limpias, resistentes y con cierre hermético para evitar contaminación y pérdida de humedad.
  • Frascos de vidrio: Ideales para muestras que requieren condiciones especiales de conservación.
  • Herramientas de medición:
  • Cinta métrica: Para medir la profundidad de las muestras y la distancia entre puntos de muestreo.
  • Medidor de pH: Para determinar el pH del suelo en el campo (opcional).

Material de registro

  • Libreta de campo: Para anotar datos importantes como ubicación, fecha, profundidad, tipo de suelo, etc.
  • Lápices y bolígrafos: Para escribir en la libreta y marcar las muestras.
  • Mapas o croquis: Para ubicar los puntos de muestreo y tener una referencia visual.

Equipo de protección personal

  • Guantes: Para proteger las manos del contacto con el suelo y productos químicos.
  • Botas: Para evitar resbalones y proteger los pies.
  • Gafas de seguridad: Para proteger los ojos de salpicaduras o polvo.

Otros elementos útiles

  • Agua destilada: Para limpiar las herramientas y evitar contaminación.
  • Bolsas para residuos: Para desechar materiales contaminados de forma segura.
  • Hielera: Para transportar las muestras en condiciones adecuadas, especialmente si se van a analizar parámetros que lo requieran.

Etapas del análisis de suelo

Planificación del muestreo

Primero, es esencial determinar los objetivos del estudio: ¿Qué información específica se busca sobre el suelo? ¿Se necesita conocer su fertilidad, pH, textura u otros parámetros?

Luego, se procede a delimitar el área de interés: Se identifica la zona que será objeto del muestreo. En terrenos extensos, es recomendable dividir el área en unidades más pequeñas, tomando en cuenta características como el tipo de suelo, la pendiente, el uso previo, entre otros.

Criterios para la delimitación de zonas

  • Características similares: Se seleccionan áreas con topografía, cultivo o variedad, y manejo (riego, sombra, poda, sistema de siembra) similares.
  • Límites naturales: Caminos, ríos u otros elementos naturales pueden servir como límites entre zonas.
  • Características visuales: Suelos con color y textura similares se consideran parte de la misma zona.

Recursos útiles

  • Información disponible: Datos previos sobre el terreno pueden ser útiles, siempre y cuando se verifiquen en el sitio.
  • Imágenes satelitales: La observación de imágenes satelitales actualizadas proporciona información valiosa sobre el área.
  • Mapas de suelos: Consultar mapas de suelos existentes ayuda a comprender la distribución de los diferentes tipos de suelo.

Elaboración de mapas

La creación de un mapa del área de estudio o un croquis detallado facilita la planificación y el proceso de toma de muestras en el campo.

Selección de puntos de muestreo

Se eligen puntos representativos de cada zona para la toma de muestras. Se pueden utilizar patrones de muestreo sistemáticos (zigzag, cuadrícula, X, etc.) o aleatorios.

Recomendaciones importantes

  • Evitar zonas recientemente fertilizadas o encaladas: Es preferible esperar al menos un mes después de la aplicación de fertilizantes o cal antes de tomar muestras.
  • No muestrear en zonas no representativas: Se deben evitar caminos, áreas cercanas a edificios y zonas encharcadas.
  • Muestreo en sistemas de riego por goteo: La muestra se debe tomar en la zona media entre el gotero y el extremo del bulbo de humedecimiento.

Proceso de muestreo

Antes de tomar la muestra, es importante asegurar la limpieza de la superficie, retirando cualquier elemento como hojarasca, piedras u otros materiales que puedan contaminarla. Se deben utilizar herramientas adecuadas para la toma de muestras, como barrenas, caladores o palas. Es fundamental que estas herramientas estén limpias para evitar cualquier alteración de la muestra.

En cada punto de muestreo, se extraen varias submuestras a la profundidad deseada. Estas submuestras se mezclan cuidadosamente para obtener una muestra compuesta que represente de manera precisa las condiciones del suelo en ese punto. La cantidad de muestra necesaria dependerá del tipo de análisis que se vaya a realizar. Sin embargo, generalmente se recomienda tomar al menos 1 kg de suelo para asegurar que haya suficiente material para realizar todas las pruebas necesarias.

Momento ideal para el muestreo

Se sugiere que la época de muestreo sea 1-2 meses antes de la siembra, o poco antes de la temporada de lluvias. En el caso de pastos, se recomienda tomar las muestras después del pastoreo.

La frecuencia con la que se deben tomar muestras de suelo dependerá del manejo que se le dé al suelo y de su fertilidad. No obstante, generalmente se recomienda realizar un muestreo cada 1 a 3 años.

Profundidad de muestreo

La profundidad a la que se toman las muestras dependerá del tipo de cultivo y de los objetivos del estudio. Generalmente, se recomienda tomar muestras a diferentes profundidades, como 0-20 cm y 20-40 cm.

Acondicionamiento y etiquetado de la muestra

Una vez tomada, la muestra se puede extender en un lugar limpio y seco para que se seque al aire. Si es necesario, se puede triturar suavemente para facilitar el secado.

Es esencial utilizar etiquetas para identificar las muestras. Estas etiquetas se pueden colocar dentro de las bolsas de plástico o adheridas por fuera. Lo importante es que la etiqueta no entre en contacto directo con la muestra para evitar su alteración. La etiqueta debe contener información relevante, como el nombre de la empresa, la ubicación, las coordenadas (si es posible), el cultivo, el lote o sección y la fecha de muestreo.

En caso de que la muestra se vaya a enviar a un laboratorio para su análisis, es crucial seguir las instrucciones de envío y conservación proporcionadas por el laboratorio. Esto asegurará que la muestra llegue en condiciones óptimas y que los resultados de los análisis sean precisos y confiables.

análisis de suelo - análisis físico

Tipos de análisis de suelo

Físico

  • Textura: Determina la proporción de arena, limo y arcilla. Por ejemplo si un suelo contiene 60 % arena, 25 % limo y 15 % arcilla se clasifica como franco arenoso. De forma tal que la textura influye en la capacidad de retención de agua, drenaje y aireación del suelo. Por otra parte los suelos arenosos tienen buen drenaje pero poca retención de agua, mientras que los arcillosos retienen más agua pero pueden tener problemas de drenaje.
  • Estructura: Evalúa cómo se agregan las partículas del suelo. Si un suelo presenta estructura granular tiene buena porosidad y drenaje. Así, la estructura afecta la infiltración de agua, el crecimiento de las raíces y la resistencia a la erosión.
  • Densidad aparente: Mide la masa de suelo por unidad de volumen. En tal sentido un suelo con alta densidad aparente puede estar compactado y tener poca porosidad. Por ende, la densidad aparente influye en la capacidad de retención de agua, la aireación y el crecimiento de las raíces.

Químico

  • pH: Indica la acidez o alcalinidad del suelo. Por ejemplo, un suelo con pH 6.5 es ligeramente ácido, mientras que uno con pH 8.5 es alcalino. Cabe destacar que el pH afecta la disponibilidad de nutrientes para las plantas. De hecho, la mayoría de las plantas prefieren un pH entre 6 y 7.
  • Materia orgánica: Determina la cantidad de materia orgánica presente. Así un  suelo con 5 % de materia orgánica se considera rico. En particular, la materia orgánica mejora la estructura del suelo, la retención de agua y la disponibilidad de nutrientes.
  • Nutrientes: Mide la cantidad de nutrientes esenciales para las plantas (nitrógeno, fósforo, potasio, etc.). Por ejemplo, un suelo con bajos niveles de fósforo puede requerir fertilización.
  • Capacidad de intercambio catiónico (CIC): Indica la capacidad del suelo para retener cationes (nutrientes con carga positiva) influyendo en la disponibilidad de nutrientes para las plantas y la capacidad del suelo para amortiguar cambios de pH.

Biológico

El análisis de suelo también evalúa la materia orgánica y la actividad biológica del suelo, factores clave para la salud del suelo. Un suelo con una buena cantidad de materia orgánica y una comunidad microbiana activa tiene una mejor estructura, retención de agua y resistencia a enfermedades.

Así al determinar la cantidad y diversidad de microorganismos en el suelo. Así, un suelo con alta actividad microbiana es generalmente más fértil. Debido a que los microorganismos son importantes para la descomposición de la materia orgánica, la fijación de nitrógeno y la disponibilidad de nutrientes.

análisis de suelo - textura

El análisis de suelos: Una brújula para los agricultores

El análisis de suelo es fundamental para entender sus características químicas, físicas y biológicas. Esta información resulta esencial para determinar si existen deficiencias de nutrientes, toxicidad o salinidad, entre otros problemas. Además, ayuda a definir la cantidad y el tipo de abono, correctivo o riego que se necesita.

Específicamente, permite detectar problemas como la salinidad, la acidez o la alcalinidad, lo cual facilita la implementación de soluciones antes de que estos inconvenientes perjudiquen seriamente las cosechas. Por ejemplo, un suelo con un pH inadecuado puede ser tratado con cal o azufre para equilibrar su acidez y mejorar su capacidad para el cultivo.

Un manejo apropiado del suelo, basado en análisis precisos, contribuye a la preservación de los recursos naturales. Al usar solo la cantidad necesaria de insumos, se reduce la contaminación del suelo y del agua, fomentando una agricultura más sostenible y amigable con el medio ambiente.

De igual manera, posibilita la evaluación del impacto de las prácticas agrícolas o ambientales a lo largo del tiempo. Es crucial recordar que la interpretación de los análisis de suelo debe ser integral, considerando todos los parámetros y las necesidades del cultivo o uso del suelo.

Se recomienda consultar con un experto en edafología o agrónomo para obtener recomendaciones específicas. El análisis de suelo no es simplemente un paso opcional, sino una práctica indispensable para cualquier agricultor que aspire a mejorar la eficiencia y sostenibilidad de su producción.

A través de un conocimiento profundo y detallado del suelo, se pueden tomar decisiones más informadas y estratégicas que no solo beneficien a la economía agrícola, sino también al medio ambiente. Este análisis actúa como una guía, orientando a los agricultores hacia prácticas más responsables y productivas, asegurando que el recurso más fundamental de la agricultura, el suelo, se mantenga saludable y productivo para las futuras generaciones.

Equipo Editorial Agrotendencia

Para mayor información sobre el análisis de suelos te invitamos a leer nuestro artículo  Análisis de suelo: Qué es, cómo se hace y su importancia

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