La industria cafetera estadounidense comenzó a rechazar importaciones de café provenientes de Brasil, luego de la entrada en vigor de nuevos aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos. La medida, ha generado un aumento significativo en el costo del café brasileño, afectando directamente la competitividad del producto en el mercado norteamericano.
Brasil, el mayor productor y exportador de café del mundo, ha sido históricamente uno de los principales proveedores de café verde para los tostadores estadounidenses. Sin embargo, con los nuevos gravámenes, muchos compradores han optado por suspender sus pedidos y buscar alternativas en países como Colombia, Perú, Honduras y Etiopía, donde los precios se mantienen más estables y no están sujetos a las mismas restricciones comerciales.
La decisión ha encendido las alarmas entre los productores brasileños, quienes advierten que la caída en la demanda podría tener consecuencias graves para miles de familias que dependen de la caficultura. La Asociación Brasileña de la Industria del Café (ABIC) calificó la medida como “un golpe injustificado” y solicitó al gobierno federal que inicie conversaciones diplomáticas para revertir los aranceles.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura de Brasil expresó su preocupación por el impacto en las exportaciones y anunció que está evaluando posibles represalias comerciales, además de buscar nuevos mercados para compensar la pérdida de ingresos.