Los precios globales de los alimentos registraron un aumento del 1,6% en julio, alcanzando su nivel más alto en más de dos años, según informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Este repunte fue impulsado principalmente por el encarecimiento de la carne y los aceites vegetales.
El índice de precios alimentarios de la FAO se ubicó en 130,1 puntos, marcando su lectura más elevada desde febrero de 2023. Aunque aún se mantiene un 18,8% por debajo del pico alcanzado en marzo de 2022, tras la invasión de Ucrania, el incremento de julio refleja una presión sostenida en ciertos rubros clave
El índice de aceites vegetales registró un fuerte incremento del 7.1% respecto a junio, alcanzando su nivel más alto en tres años, impulsado por el aumento de las cotizaciones de los aceites de palma, soja y girasol.
Impulsados por una elevada demanda de importación, especialmente desde China y Estados Unidos, los precios de la carne de res y de cordero aumentaron, lo que llevó al índice global de la carne a subir 1.2 por ciento.
Los precios de los productos lácteos (-0.1%) registraron una leve baja por primera vez desde abril de 2024, debido a la caída en el precio de la mantequilla y de la leche en polvo “ante la abundancia de oferta exportable y la débil demanda de importación, especialmente en Asia”.
Los precios del azúcar (-0.2%) encadenaron su quinta caída consecutiva por las previsiones de “un repunte de la producción mundial esperado en 2025-2026, especialmente en Brasil, India y Tailandia (…), aunque los indicios de reactivación de la demanda mundial de importación limitaron el descenso”.