La tensión en la frontera sur entre Argentina y Chile se intensifica tras el colapso en los controles de la barrera sanitaria patagónica. Productores denuncian que a pesar de una orden judicial que suspendió el ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa, numerosos camiones han cruzado sin restricciones
La Justicia de Tierra del Fuego notificó formalmente al Senasa sobre la medida, pero el organismo no emitió instrucciones claras a sus puestos de control. Como resultado, transportistas y frigoríficos se encontraron en un limbo legal, y los controles sanitarios quedaron prácticamente desactivados.
Esta situación ha generado preocupación entre productores locales y autoridades provinciales, que advierten sobre el riesgo de perder el estatus sanitario diferencial de la región.
La reacción del gobierno chileno no se hizo esperar. Inspectores del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) realizaron visitas a los pasos fronterizos y, ante la falta de garantías sanitarias, decidieron cerrar el ingreso de productos cárnicos provenientes de la Patagonia argentina. Esta medida implica que Chile deja de reconocer a la región como “zona libre de fiebre aftosa sin vacunación”, lo que afecta directamente a los productores lanares del sur, cuya principal vía de exportación es el mercado chileno.
Desde Río Negro, el ministro de Producción, Carlos Banacloy, calificó la situación como “grave e irresponsable”, y exigió que se restablezca el control sanitario de inmediato.
La Federación de Sociedades Rurales de Río Negro también se pronunció, anunciando la presentación de una nota formal para solicitar la derogación definitiva de la resolución 460/25.