La polinización artificial ha tenido grandes avances en los últimos años debido al interés de generar alternativas ante los desequilibrios ecológicos causados por el hombre; especialmente con las graves consecuencias asociadas a la producción de alimentos a nivel mundial.
Cabe destacar que el principio básico para la formación de la mayoría de nuestros alimentos vegetales viene dado por la fecundación, pero antes de que esto ocurra, en algunas plantas es necesaria la presencia de varios elementos; así como un proceso que a simple vista parece sencillo, pero que implica la participación de otros organismos o del clima, como lo es la polinización.
Dado que la humanidad, en búsqueda de la producción de alimentos en cantidad y calidad, persigue la eficiencia de este proceso; por ello desde cientos de años y a través de culturas ancestrales han llevado a cabo la polinización manual o dejar al viento actuar para la polinización natural de las flores.
De hecho, en años recientes la polinización artificial va más allá; incluso llega hasta el punto de mimetizar robóticamente insectos de apenas unos centímetros para aumentar la eficiencia en la polinización de las flores.
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