Es cultivo de pino, representa unas 110 especies de árboles maderables de gran valor comercial pertenecientes a la familia pinacea; considerada como una de las más antigua y difundidas del planeta.
La palabra pino proviene del latín “pinus”, que significa grasa o resina.
Su rápido crecimiento y versatilidad de usos permite a los pinos servir para producir piñones, resinas, aceite y especialmente una excelente madera capaz convertirse en gran cantidad de subproductos.
El cultivo de pino requiere 15 años para producir madera aserrable, aunque su calidad se considera óptima a partir de los 20. Antes de este tiempo, su aprovechamiento se limita principalmente a la obtención de celulosa, madera para leña, pulpa de papel, enmaderaciones menores y materia prima para fósforos.
Una hectárea de pinos bien sembrados puede tener entre 1600 y 1100 árboles capaces de producir entre 12 y 20 metros cúbicos de madera aprovechable al año.
Las piñas de pino o piñones, son un fruto comestible en algunas especies. Además, el aceite de pino posee propiedades medicinales como expectorante, diurético, inmuno-estimulante y vasoconstrictor entre otras.
La producción de árboles para el aprovechamiento forestal y para la madera en particular es a nivel mundial. Es una actividad que tiene una serie de implicaciones económica, social y ambiental con resultados de mediano y largo plazo. Constituye una fuente muy diversa de posibilidades de promoción para su cultivo.
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