Cría

Pollos de engorde: cómo criarlos, razas y alimentación

pollos de engorde - alimentación

Según registros históricos, la domesticación del pollo se dio en la India hace más de 4 mil años. Sin embargo, los pueblos que en un principio lo domesticaron veían al pollo como un animal sagrado.
No fue sino hasta épocas del imperio romano que se le dio mayor provecho a su carne para alimentar a la población. De esta manera, se daba inicio a una de las actividades económicas más grandes y rentables en la actualidad.
Se estima que la carne de pollo es la tercera más consumida en el mundo, apetecida por sus beneficios nutricionales y por su preparación fácil y versátil en varias recetas.
El consumo de la carne de pollo nos aporta una variedad extensa de nutrientes. Entre ellos encontramos:
Alto contenido de proteínas, energía y grasas insaturadas ideales para el cuerpo humano.
Además, fósforo y calcio, ambos nutrientes ideales para el fortalecimiento de los huesos.
Los israelíes son los principales consumidores. Cada persona consume en promedio 58,2 kilos de pollo al año, seguido por los EEUU con 49,3 kilogramos.
EEUU, Brasil, India, China y la Unión Europea son los principales productores de esta apreciada carne. Juntos superan 90 millones de toneladas al año en la producción mundial.
Para la cría de pollos de engorde se deben cumplir ciertos parámetros que garanticen la calidad del producto final. Esto incluye la selección del sistema de producción adecuado para su cría.
Es vital calcular la cantidad de pollos necesaria para el espacio donde se van a criar, lo ideal es ubicar 5 pollos por metro cuadrado.
Entre las razas de pollos ideales para el engorde se encuentran: Ross 308, Cobb Vantress y Hubbard.
La elección de la raza es fundamental para el tipo de clima, así como la alimentación y el control sanitario, con el fin de evitar la proliferación de enfermedades.
Sin las medidas necesarias, la cría de pollos puede convertirse en un foco de enfermedades perjudiciales para la actividad económica. Algunas enfermedades comunes en los pollos de engorde son: la cólera aviar, Bursitis y Coriza infecciosa entre otras.

Cría de cerdos: generalidades, instalaciones y rentabilidad

Cerditos

El cerdo es el segundo tipo de carne más producido y consumido en el mundo, con una producción actual de más de 110.470 toneladas al año. Tan solo China produce el 50% de esa cifra.
Su carne es muy nutritiva, posee un elevado contenido de proteínas y diversos minerales importantes, como potasio, zinc y hierro.
La conformación gástrica del cerdo le permite consumir toda tipo de alimentos. Esta característica, además de su alto índice de conversión de alimento —de más de 1 kilogramo por cada 3 kg de alimento—, le convierte en un animal de cría estratégico en la mitigación del hambre, según la FAO.
La gestación de una cerda dura 3 meses 3 semanas y 3 días; es decir, entre 114 y 115 días por año. Una cerda puede llegar a tener entre 8 a 16 lechones por parto, lo que implica que cada ejemplar alcanza a producir 2.250 kilos de carne al año.

Producción de leche: importancia y caracterización

Hace 8 mil años, el hombre trascendió de cazador y recolector a granjero y pastor, domesticando entre las principales especies a la vaca.
Actualmente, se producen más de 800 mil millones de litros de leche al año. Y de esta cifra, más del 82% es producido por este tipo de ganado, empleando a 750 millones de personas aproximadamente.
La vaca es el animal de más fácil ordeño, ya que la ubre es bastante grande y tiene gran capacidad de almacenamiento. Además, la leche contiene más de 100 substancias de características nutricionales únicas.
Esta especie puede producir entre 8 y 60 litros de leche por día según su tipo, y alcanzar en promedio 6 ciclos de lactancia durante su vida.
Mundialmente los sistemas de producción de leche se clasifican en dos grupos: La ganadería especializada de leche, y la ganadería de doble propósito (leche y carne), predominando esta última en los sistemas productivos latinoamericanos.

Cabras: tipos, razas, beneficios y su crianza

Cabras

Hace 9.000 años, el hombre vio en la cabra un valioso recurso para su supervivencia y evolución; convirtiendo a este pequeño animalito en el primer rumiante en ser domesticado por el hombre.
Su leche es altamente digestible, rica en vitaminas y minerales, y a diferencia de la de la vaca, raras veces genera reacciones alérgicas.
Además, contiene mayor porcentaje de proteínas y sólidos totales; rindiendo significativamente más en la elaboran de quesos y otros derivados.
El 10% de las cabras que actualmente existen, se crían en sistemas altamente tecnificados, mientras que el 90% son usadas con fines de subsistencia por familias rurales de todo el mundo; aprovechando su leche, carne, piel y hasta las excretas, en la elaboración de un excelente abono con alto contenido de nitrógeno.
Las exigencias de alimentación, espacio y cuidados de la cabra son significativamente menores a las del ganado bovino; de allí el popular dicho “donde come 1 vaca, comen 10 cabras”.