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Humus

Fertilizantes en 2 minutos

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En la actualidad, se denomina fertilizante o abono a todo elemento o sustancia, orgánica, inorgánica, natural o sintética, que aplicada al suelo o a los vegetales tengan la capacidad de proporcionar nutrientes y elementos esenciales para el óptimo desarrollo de las plantas. El uso de fertilizantes es estimulado por la necesidad de aumentar los rendimientos, Fertilizantes en 2 minutos

Fertilizante: ¿Qué es, para qué sirve, qué beneficios tiene?

Fertilizante - Fertilizantes - Usos de los fertilizantes - Tipos de fertilizantes - Beneficios de los fertilizantes en los cultivos

En la actualidad, se denomina fertilizante o abono a todo elemento o substancia, orgánica, inorgánica, natural o sintética, que aplicada al suelo o a los vegetales tengan la capacidad de proporcionar nutrientes y elementos esenciales para el óptimo desarrollo de las plantas.
El uso de fertilizantes es estimulado por la necesidad de aumentar los rendimientos, la calidad y la salud de los cultivos sin aumentar o sustituir la superficie agrícola cultivada en los asentamientos humanos.
Aunque se registra la existencia de técnicas de fertilización con humus y estiércol desde hace 800 años antes de Cristo, El uso generalizado de fertilización química surge a partir del año 1600, con la aparición del nitrato de sodio, y posteriormente se masifica en 1860, gracias a la aparición del abono potásico en Alemania.
Hoy día, de conformidad con la naturaleza de su composición, existen tres tipos principales de fertilizantes que son: orgánicos, químicos y biológicos. Cada uno de ellos poseen características, presentaciones, ventajas y desventajas que es necesario considerar cuidadosamente antes de su utilización.
La fertilización química ha sido un gran paso en el desarrollo de la agricultura moderna, sin embargo, el uso de entes biológicos como estrategia de abono, es cada vez mas popular, tecnificado y eficiente, además de amigable con el medio ambiente.

Lombricultura: beneficios, tipos e importancia

Lombricultura

La lombricultura o vermicultura son todas las técnicas utilizadas en la cría de lombrices con el fin de transformar desechos orgánicos en abono.
Desde el antiguo Egipto se tenían conocimientos de las infinitas ventajas que podían aportar las lombrices al suelo. Sin embargo, es en la segunda mitad del siglo 20 cuando inicia la cría intensiva de lombrices. En 1974 se inició el cultivo de lombrices a gran escala.
En la actualidad el tipo de lombriz más cultivado es el híbrido conocido como lombriz roja californiana.
Este tipo de lombriz se puede cultivar en cualquier espacio cuya temperatura no baje a temperaturas inferiores de 7 grados o supere los 40 grados centígrados.
Cada día una lombriz ingiere la cantidad de residuos orgánicos equivalente a su peso. Una sola lombriz puede ingerir su peso a diario.
Un criadero de lombrices puede duplicar su población en solo tres meses. En un año la cantidad inicial puede aumentarse 16 veces.
El abono conseguido a partir de las lombrices contiene: nitrógeno, fósforo, potasio y calcio. En todos los casos supera las cantidades del material orgánico ingerido.
Las lombrices tienen la asombrosa capacidad de convertir el 70% de lo que comen en abono.
Las aves de rapiña son una gran amenaza contra la lombricultura. La mejor opción contra estos depredadores es proteger los cultivos con lonas.
El abono proveniente de la lombricultura es un excelente fertilizante para árboles frutales, pastos y huertas. Abono ideal para diversos cultivos.