El uso de invernaderos en países tropicales se ha convertido en una alternativa importante, actualmente existe la necesidad de incrementar la oferta de alimento requerida por una población en constante crecimiento y con dificultades económicas; por lo tanto, esta situación compromete una adecuada seguridad alimentaria y el desarrollo socioeconómico.
Aunado a esto se encuentra la disminución del espacio para la agricultura, escasez de agua, contaminación ambiental, cambios climáticos; así como la necesidad de romper paradigmas y pasar de monocultivos a sistemas integrales.
Actualmente, cuando se habla de cultivos protegidos, los especialistas se refieren a todos aquellos que son realizados en invernaderos y casas de cultivo. Además, de aquellos donde se usan estructuras de protección sean permanentes o no; como los macro túneles, los acolchados, los túneles pequeños y también las fábricas de plantas.
Allí, las plantas están en condiciones ambientales total o parcialmente controladas; protegidas de factores externos que pueden ser adversos tales como: la lluvia, el viento, la radiación excesiva o inadecuada, y especialmente problemas de plagas y enfermedades.
Desde su aparición, los cultivos protegidos han evolucionado hasta representar la máxima expresión en la aplicación de tecnología agrícola de punta; lo que ocasionalmente significa un control optimo, preciso y automatizado del suministro de humedad, nutrientes, temperatura y hasta iluminación a través del uso reciente de luces LED.
Esto garantiza la expresión total del potencial genético de las plantas dentro de la instalación, llevando al máximo su productividad; que normalmente es de 3 a 5 veces superior a la obtenida en campo abierto.
Debido al cambio climático, hoy día los cultivos protegidos representan una de las principales estrategias para cubrir la creciente demanda global de alimentos.